La cocina francesa llegó al Perú a fines de la Colonia, con sus chefs y sus gourmets, entonces
medio cortesana y medio clandestina. Asentó y difundió su prestigio a lo largo de la República.
Pero nunca dejó de ser un asunto de minorías. Pocos restaurantes para pocos comensales.
Separada de las demás cocinas nacionales o regionales del territorio peruano por una barrera
cultural, y en consecuencia inmune al mestizaje o su forma moderna y enfática, la fusión.
Autor: Mirko Lauer
I.S.B.N: 978-612-4221-58-3
Primer Edición 2016